Ante este dilema, tratando de culparse unos con otros. No aparece en los discursos de los involucrados la variable ÉTICA.
Cuando disminuye Standard & Poor's (S&P) la calificación de Grecia de su deuda soberana a "B" desde "BB-", se consideró el detonante que generó la crisis del sistema bancario de Grecia y posterior efecto en los países vecinos. De inmediato las autoridades del Eurosistema acusaron a las calificadores de generar crisis financiera e inestabilidad a las economías. Sólo se piensa en qué hacer para limitar la influencia en el mundo financiero de ésta y otras empresas calificadoras de riesgo.
Pero, por qué no se detienen a observar qué pasa con los Bancos Éticos en el mundo, quienes en vez de estar en el huracan del caos por ser pequeños en cuanto a tamaño de capital y negocio bancario, no han sido vulnerados por el efecto insolvencia de los bancos grandes.
Estamos viviendo tiempos de favorables cambios, se comienza a percibir que más alla de un problema de liquidez, estamos ante el problema generalizado de falta de ÉTICA en las instituciones financieras y bancarias. En vez de desgastar esfuerzos en crear nuevas estrategias para quitarle poder el mercado, al capitalismo, a las calificadoras, etc., que en definitiva no resolverá el problema ni ahora ni en el largo plazo.
Es momento de repensar sinceramente qué valores y filosofía tienen las pocas instituciones qué estan demostrando ser realmente estables, seguras y saludables en la gestión de nuestro dinero tanto en lo social como en lo ecológico.
